Eran casi las 10 de la noche del domingo 14 de junio del 2020  y Heidy Soriano volvía a su casa junto con su pequeña hija y su pareja, su pareja Marco Fidel Díaz Rubio.  Al entrar a su vivienda, ubicada en la carrera 81D con calle 8C, en el barrio Valladolid de la localidad de Kennedy, los gritos de auxilio y de dolor de Heidy y de su hija rompieron el silencio de la noche. Dentro de su casa estaban viviendo minutos de horror.

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Luego de que ambas fueran víctimas de la furia y la maldad de la pareja de la mujer de 30 años, quien enceguecido de la ira e influenciado por el alcohol, arremetió contra su pareja y su hijastra. Después, como si fuera poco, el agresor intentó acabar con su vida cortándose el cuello, y así tratar de evadir su responsabilidad.

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Lejos de imaginar que fueran a ser testigos de semejante tragedia, los vecinos entraron a la vivienda, y fue cuando vieron los dos cuerpos sin vida, de Heidy y de su hija, ambas con múltiples heridas por arma blanca y tiradas en el piso de una habitación.

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Aunque están investigando cómo ocurrió el ataque, los residentes de la vivienda afirmaron que Heidy y la niña estaban en el piso de la habitación. La mujer tenía heridas en las manos, como si se hubiera tratado de defender, mientras que la niña estaba herida en el pecho y en la cabeza.

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